45. No me gusta Pokémon

No. No me gusta Pokémon. Nunca me ha gustado. Puede que me pillara demasiado mayor. No lo sé. El caso es que nunca me ha gustado, aunque siempre he respetado a quien jigglypuffsí le gusta(ba). Sí me gustaba Pikachu. Me parecía adorable, sin hacerme perder la cabeza. Con los años y un puñado de amigos un tanto frikis, he descubierto que Jigglypuff era casi más adorable. Pero sigo sin entenderlo. ¿Qué coño son los Pokémons?

Los dibujos de mi infancia eran bonitos e identificables… Mofli era un koala, en La Aldea del Arce vivían conejos y osos, Heidi era una niña y Niebla su perro (las cabras también eran identificables), La Pantera Rosa era una pantera, Marco era un niño y Amedio su mono, El Oso Yogui y Bubu eran osos (que hablaban, sí, pero osos), La Abeja Maya era una abeja (que también hablaba, pero abeja), Los Gnomos eran gnomos, Isidoro era un gato… Y así un largo etcétera de dibujos que puede que fpikachuueran bichos parlantes, pero todos sabíamos lo que eran. Ahora, que alguien me diga qué es un Pikachu. ¿Un perro amarillo? ¿Un gato? ¿Una… ardilla? Ahora es cuando me decís que es una serie fantástica, que bla bla bla…. Ok. Entonces explicadme cómo carajo cabían en Pokéballs

 

Vale, hasta aquí. Lo admito. Entiendo, o más bien respeto, que os guste Pokémon. Y este verano, que uno de los temas de conversación más recurrentes es el dichoso juego Pokémon Go!, me sirve este post para pediros que paréis (y para actualizar mi blog, que ya era horagameboy). Respeté que jugárais en la GameBoy (qué retro todo), que coleccionarais estampitas, que viérais la serie como si no hubiera un mañana, los pijamas de Pikachu (capucha simulando cabeza del bicho también)… Todo. Lo que puede conmigo es ver a gente adulta perder la cabeza y hacer el ridículo por la calle. Toda esa gente que parece hacer fotos a la nada, que se para en seco y estorba o que dice a voces el Pokémon que acaba de cazar… Que por cierto, es mentira, no cazáis nada. Lo que peor llevo es que sí, efectivamente ves a algún niño/menor de edad  cazando Pokémons. Pero la mayoría de los cazadores que he visto son veinteañeros, treintañeros e incluso cuarentañeros (ahora que mi próximo cambio de dígito es del 3 al 4, me niego a llamarlos cuarentones). Y yo me pregunto, ¿qué es lo que tiene Pokémon Go! para hacer perder la cabeza de esa manera? De verdad que me gustaría saber qué es lo que hace a una persona adulta y en teoría madura comprarse una funda de móvil que simula ser una Pokédex. Y ojo, que tengo amigos y familiares en esta situación…

Igual no se me ha entendido bien: lo que me molesta no es Pokémon Go! en sí, ni que juguéis al maldito juego. Cada cual emplea o pierde su tiempo como quiere. Lo que me molesta es que váis por la calle como si fuérais tontos. Ea, ya lo he dicho…

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Y ahora es cuando me decís que no llevo razón. Que me puede la nostalgia. Que qué coño son Los Fraggles… A lo mejor es que, simplemente, me hago vieja…

Y no. No me gusta Pokémon

44. Mi 2015

          2015 ha sido el año de Charlie Hebdo, de Tsipras, de los atentados de Copenhague y del final de Two and a Half Men y de Glee. 2015 también ha sido el año de la tragedia de los Alpes franceses y de la masacre de la Universidad de Garissa (Kenia). 2015 ha sido además el año del nacimiento del Apple Watch, del corralito y del referendum griego,  y del reestablecimiento de las relaciones diplomáticas de EEUU y Cuba. Este año ha sido el del terror de ISIS, el de la muerte del niño sirio Aylan Kurdi como icono de la guerra y el año en el que vivimos con emoción el «Hello» de Adele y el estreno del Episodio VII de Star Wars.

          En 2015 nos dejaron Rod Taylor, Anita Ekberg, Demis Roussos, Amparo Baró, Lesley Gore, Leonard Nimoy,  Pedro Reyes, Cynthia Lennon, Pedro del Hierro, María Pineda, Eduardo Galeano, Günter Grass, Ben E.King, Maya Plisetskaya, Jesús Hermida, BB King, Vicente Aranda, Christopher Lee, Pedro Zerolo, James Horner, Marujita Díaz, el león Cecil, Omar Sharif,  Javer Krahe, Lina Morgan, Daniel Robinovich, Txiki Benegas, Ana Diosdado, Maureen O’Hara y Jonah Lomu…

          En lo personal, 2015 ha sido el año en el que cambiamos Emperatriz Eugenia por la zona del río, el año de mi vuelta a Cádiz y de reencuentros más que necesarios, el de las bodas de oro de mis tíos (muestra de que el amor para siempre sí que existe), el año en el que volví a las aulas como alumna (y en el que seguí en ellas como profesora) y por consiguiente, el año en el que aparecieron en mi vida algunas personas que en muy poquito tiempo se han ganado una mención especial en este humilde repaso por el año 2015. Este año no he hecho más que reafirmar amistades y desechar cosas que lo parecían pero que no lo eran. He trabajado y estudiado como nunca… Y todo, TODO, tiene su recompensa antes o después. Y a esto me gusta llamarlo KARMA.

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡FELIZ 2016!!!!!!!!!!

 

43. Hola, ola

Ni 20 días llevamos de verano y ya van dos olas de calor. Sí, señor. Dos. De todas formas, soy una experta en olas de calor. Tanto si voy a algún sitio, como si me quedo en Granada, alguna ola de calor pillo. Os lo aseguro.

La primera de la que tengo recuerdo es la del verano de 2003, que me pilló en Francia, donde se ve que no estaban muy acostumbrados a esas temperaturas y no tenían ni idea de lo que era un aparato de aire acondicionado. Hubo gente que murió y todo. Nosotros no. Sobrevivimos todos. A un andaluz le vas a venir tú con calor…

Otra ola de calor de la que tengo recuerdo es la de 2007, que me pilló en Turquía. Direis que no es nada del otro mundo pasar calor por aquellos lares. Bueno, es cierto. Pero si os digo que una mañana se estropeó el aire acondicinado del autobús y casi morimos deshidratados y/o ahogados, ¿qué? Imaginad el calor que hacía dentro del autobús que en cuanto pudimos paramos en un parque, donde el termómetro marcaba 48º… ¡¡y nos parecía fresquito!! Menos mal que en Turquía sí que están acostumbrados a las altas temperaturas y pudimos disfrutar de aires acondicionados, piscinas y demás facilidades…

Y sin ir más lejos, el verano pasado, viví otra ola de calor fuera de casa. Si no me conoceis, no podeis imaginar dónde… ¡¡ESCANDINAVIA!! ¿Qué ropa planeas para llevarte a Dinamarca, Noruega y Suecia? Pues ropa de verano por si acaso pero, sobre todo, sudaderas, chaquetas, etc, etc… Pues dos ratos me «abrigué». Llegamos a estar 35º con 90% de humedad. Y volvemos a la poca costumbre a las altas temperaturas. Ni un aparato de aire acondicionado. Y las ventanas de los hoteles no abrían del todo…

 

Volviendo a este verano 2015 que acabamos de empezar, estamos todos ahogados. Apenas corre aire. Y cuando lo hace, es caliente. No apetece ni salir a la calle. De hecho llevo casi una semana en casa de mis padres y me da miedo volver a mi piso… Aires acondicionados y ventiladores funcionando desde casi primera hora de la mañana y hasta la hora de dormir (y la mayoría de las noches, incluso durante la noche). Y esto, creedme, es raro en Granada, que es una ciudad de contrastes… Podemos pasar de 45º al medio día a los 20º (o menos) por la noche. Pero así no hay quien descanse. Estoy deseando que llegue el otoño (que ya sabéis lo que me gusta). O por lo menos, que termine esta segunda (y horrible) ola de calor…

 

 

Hace calor, hace calor, yo estaba esperando… que abras esa botella… y hagamos el amor en el balcón. Mi corazón es un músculo sano pero necesita acción. Dame paz y dame guerra…  y yo te entregaré lo mejor… Luna llena, piel canela, dame noches de placer.  A veces estoy mal, a veces estoy bien. Te daré mi corazón para que juegues con él…

 

 

Arde la calle… Esperando que caiga la noche. Hace falta valor… Deja que me acerque a ti… Arde la calle…

42. Ciao, 2014

A los que os quejábais de año: ya está, se acabó.

Y ¡vaya año! Ha sido un año de efemérides importantes como el 75 aniversario de la creación de la Agencia EFE, el 50 de la llegada a EEUU de los Beatles, el 10 del 11M, el 100 del comienzo de la Primera Guerra Mundial, el 25 de la caída del Muro de Berlín y el 10 del terremoto/maremoto/Tsunami en el Índico (que anda que no hemos visto veces Lo Imposible este año…).

Pues eso, que 2014 ha dado para mucho… Ha sido el año del comienzo de la venta legal de marihuana en Colorado (EEUU), el año en el que asistimos al nacimiento de Podemos, el de los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi (Rusia) y en que continuaron los violentos enfrentamientos en Ucrania. 2014 ha sido el año de la desaparición del avión de Malaysia Airlines, el año del ébola, el año de la beatificación de Juan XXIII y de Juan Pablo II y el año de Conchita Wurst. 2014 ha sido el año en el que hemos vivido la abdicación del Rey Juan Carlos I, la llegada al trono de su hijo Felipe VI y el ridículo de nuestra selección de fútbol, anterior campeona del mundo, en el Mundial de Brasil (que ganó Alemania). 2014 también ha sido el año del Estado Islámico, el del vuelo de Malaysia Airlines (sí, otro) que se estrelló en Ukrania por un misil, en el que otro de TransAsia Airways se estrelló tras un aterrizaje de emergencia y en el que otro de Air Algérie se estrelló en el norte de Malí. Todos estos accidentes ocurrieron antes y durante mi periplo europeo (5 países, 9 vuelos… No os digo más). En 2014 también hemos vivido la elección de Pedro Sánchez como secretario general del PSOE, el nacimiento de The Sims4, la casi independencia de Escocia, la casi consulta catalana y el anuncio de la flexibilización de relaciones entre Cuba y EEUU.

En 2014 nos dejaron, entre otros, Eusebio da Silva Ferreira, Ariel Sharon, Luis Aragonés, Philip Seymour Hoffman, Shirley Temple, Paco de Lucía, Adolfo Suárez, Gabriel García Márquez, Tito Vilanova, Yago Lamela, Ann B. Davis, Ellie Wallach,  Ana María Matute, Alfredo di Stefano, Tommy Ramone, Álex Angulo, María Antonia Iglesias, Robin Williams (y con él, nuestra infancia), Lauren Bacall, Roberto Cairo, Joan Rivers, Emilio Botín, Miguel Boyer, Óscar de la Renta, Cayetana Fitz-James Stuart, Fabiola de Mora y Aragón, Joe Cocker y hoy mismo, 31 de diciembre, Luis Oruezábal, futbolista y «emblema» de mi ciudad, Granada.

Pero, para mí, 2014 ha sido esto…

¡¡FELIZ 2015!!

 

41. Cádiz Blues

Hay veces que notas la vibración del móvil. Lo miras y no hay nada. Vibración fantasma, lo llaman. Aquella noche (hace unas pocas), tuve esa sensación. Y decidí no mirar el móvil, porque total, no iba a haber nada. Pero aquello no dejaba de vibrar. Y aunque estaba medio dormida por las horas que eran, abrí los ojos. Miré el móvil, que ya iluminaba toda mi pequeña habitación. Era una llamada. Era él. Hora y media de llamada. Hora y media de hablar de todo. Y de nada. Porque los silencios entre nosotros, aunque sean por teléfono, nunca son incómodos. Porque los dos sabemos qué piensa el otro el tiempo que duran esos silencios…

Hacía cerca de cinco años que nos conocíamos. Y nuestra historia podría resumirse en idas y venidas, suyas y mías. Porque siempre volvíamos el uno al otro. A pesar de la distancia. A pesar del daño que, sin querer, a veces, nos habíamos hecho. Nuestra historia sonaba a flamenco y a 3×4, a compás carnavalero. Sabía a tortillita de camarones, piriñaca y papas aliñás. Y olía a la sal de la Caleta. Nuestra historia era (es y será) Cádiz. Porque no sé cómo ni dónde acabará esto. Pero sé lo que fue. Sé que fue el Mentidero. Que ninguno de los dos vivíamos en Cádiz, pero que el destino, o lo que sea, nos puso a los dos en aquella placita gaditana. Eso es lo único que sé…

 

 

Aún recuerdo aquella noche, fuimos los reyes de Cádiz… Yo miraba tus acáis, y en su brillo pude ver el cielo de Cádiz encendío. Y del poniente que soplaba con tronío, no sentimos ni ese frío. La Viña, la catedral, y sin dejarte de mirar, en el balcón de la Alameda, la luna iluminando nuestros miedos, y tu cara mi mundo entero… Llévame, llévame, ay llévame. Y en esa calle tan marinera, por testigo el faro y la marea, nos dimos la mano…Llévame al Barrio Santa María… Que se pare el mundo esta noche… porque aquí lo tengo tó.

 

 

… tanto Cádiz ante mi ventana, Tacita lejana, aquella mañana pude contemplar. Las olas de la Caleta, que es plata quieta, rompían contra las rocas de aquel paseo… Sonaban por la Alameda, por Puerta Tierra, y me traían, ay, tierra mía, desde mi Cádiz el mismo son… Aún pregunto quién me lo cantaba… Y yo, Cádiz, te dedico y te lo explico por qué te canto este tango… de esta manera, esta habanera de piriñaca y de Carnaval… Son de chirigota… ¡Que lo canta ya un coro en la plaza! Que tengo un amor en La Habana y el otro en Andalucía… tó Cádiz, la Catedral, La Viña y -sobre todo- El Mentidero… Y verán que no exagero si al cantar la habanera repito: La Habana es Cádiz con más negritos, Cádiz, La Habana con más salero…

40. Yo. Mi. Me. Conmigo

La verdad es que puedo decir que estoy muy a gusto conmigo misma en estos momentos. Sí. Es cierto que me sobran unos kilillos y que me gustaría tener un trabajo más estable. Y puestos a pedir que me hiciera rica y famosa. Pero estoy en un punto en el que esos kilillos de más me hacen una mujer curvy (y que no me impiden recibir atenciones) y que mi (in)estabilidad económica me está enseñando a ahorrar y administrar (un poquito mejor) mi dinero y sobre todo a priorizar. Y cuando una aprende a priorizar en lo económico, aprende a priorizar también en otros aspectos. Vamos. Digo yo…

Echo de menos pasear por las nubes, a la adolescente que llevo dentro, la complicidad, las risas, el entender a alguien simplemente con la mirada, el compartir sueños e ilusiones… ¿Echo de menos estar enamorada? Podría decirse que sí… Pero es que estar soltera es TAN genial… Los que sabéis de de dónde vengo, sabéis por dónde voy. Ahora sólo sigo mis decisiones, mis reglas. Mi vida, en definitiva. Yo, solamente yo, decido a dónde me llevan is pasos. ¿Quién sabe si voy en la dirección equivocada? Pero en ese caso la culpa será mía. Y sólo mía. Ahora pongo mis cinco sentidos en descubrir el mundo, la vida, sin ningún tipo de ataduras y sin darle explicaciones a nadie. Ahora todo mi tiempo es mío y lo comparto con quien quiero, cuando quiero y de la manera que quiero. El tiempo es para mí, para mis hobbies, para conocerme mejor y para mimarme (porque yo lo valgo).

Pienso ponerme al día con las 1001 series que llevo atrasadas. ¿Por qué no aprender a cocinar? Bailar… Seguir con las noches de chicas con mis niñas del piso… Vamos, lo que viene siendo elegirme a mí misma como prioridad… Voy a quererme más que nunca. No hay persona especial que no sea yo misma. Ahora voy a viajar, salir de fiesta, ir de museos, ir al teatro, leer, escribir, inventar, soñar, descubrir y aprender. Todo lo que mi economía me permita… 😦

Como dijo mi querido John Lennon, «la vida es eso que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes«. ¿Quién sabe si mientras estoy tan ocupada queriéndome a mí misma aparece alguien que me quite el puesto de persona más especial del mundo?

Ella se ha cansao de tirar la toalla…No mira ningún espejo pero se siente to’ guapa. Hoy ella sa puesto color en las pestañas. Hoy le gusta su sonrisa… Hoy sueña lo que quiere sin preocuparse por nada… Hoy vas a descubrir que el mundo es solo para ti, que nadie puede hacerte daño… Hoy vas a comprender que el miedo se puede romper con un solo portazo. Hoy vas a hacer reír… Hoy vas a conseguir reírte hasta de ti… Hoy vas a ser la mujer que te dé la gana de ser. Hoy te vas a querer como nadie te ha sabio querer. Hoy vas a mirar pa’lante, que pa atrás ya te dolió bastante. Una mujer valiente, una mujer sonriente… Hoy vas conquistar el cielo sin mirar lo alto que queda del suelo. Hoy vas a ser feliz aunque el invierno sea frío y sea largo…

39. Color de invierno

Mi constancia y yo. Todos sabíamos que iba a volver a pasar. Pero bueno, aquí estoy, y espero que esta vez sí sea para quedarme…

El caso es que hace un rato me asomé al balcón para preparar el tendedero para la lavadora que está  a punto de terminar. Siempre he dicho que los domingos tienen un color diferente a los demás días. Un color más triste. Si a eso le añadimos que esta madrugada hemos sufrido el cambio de hora… La calle Emperatriz Eugenia tenía esta tarde un color bastante otoñal. Aunque el tiempo no acompañe demasiado. Y es que, a 26 de octubre, podemos decir que seguimos en verano. Si os digo la verdad, estoy deseando poder ponerme una rebequita (ya sabéis que es una de mis prendas favoritas), un pañuelo al cuello o unas botas. Y si os digo que el pasado día 20 el termómetro de Plaza Einstein marcaba 38º, ¿cómo os quedáis? Que yo sé que muchos estáis encantados con este verano tan largo pero… esto ya es pasarse, ¿no?

Por lo demás, todo sigue su curso. He vuelto al trabajo, que después de tres meses de vacaciones no está nada mal. Todo sigue su curso hasta el punto de que, como era de esperar, cosas que no deberían volver han vuelto. Siempre vuelven. Y, en el fondo, estoy encantada…

Pensar en ti es como rozar el aire del suspiro que me has dedicado sólo a mí. Es como hallar el infinito… Pensar en ti es regocijarme en lo profundo de encontrarme cara a cara frente a ti. Despertar cada mañana y dejar mi aroma en tu cama y olvidarme de que existe algo más que no seas tú… Eres fuego que quema mi piel, el que me enseñó a querer. Despiertas mis sentidos… Anda y bésame. Que descubra que eres mío porque muero por saber que soy pa ti. Tú eres mi mundo, mi principio y mi fin. Yo lo soy todo cuando estoy junto a ti. Ganas de vivir. Yo lo soy todo, el principio y el fin… Que soy agua pa tu sed… Yo lo soy todo y tú lo eres todo, el principio y el fin…

Cuando todo era un cuento de hadas descubriste otra vida sin mí. Se nos fue aquel final feliz. No se han ido las ganas de verte. No se acaban las horas sin ti. No se van, no se van, no se van las noches que te di… Las heridas se curan despacio… Sólo tú, tu recuerdo en mi alma. Sólo faltas tú, mirarte y tenerte. Sentir mi presente de frente, mi suerte sólo tú… Sólo tú, tu infinita sonrisa. Sólo faltas tú, besarte y quererte… Quiero llegar donde tú estés… Sólo tú, sólo tú…

38. Cascamorras

Mañana vamos a Baza, el pueblo natal de mi madre. Y es que son las fiestas…

 

Cascamorras es una fiesta diferente. Y por eso está declarada como de INTERÉS TURÍSTICO INTERNACIONAL. Que yo sé que desde fuera puede resultar una fiesta rara y algo salvaje. Pero es para vivirlo en primera persona. Que yo puedo decir que a mí me gusta porque la sangre bastetana corre por mis venas (la familia de mi madre y los abuelos de mi padre, casualidades de la vida), pero he visto a australianos (primos de primos de mi madre) flipar con la fiesta. Tiene un no-se-qué… A mí me emociona mucho cuando una multitud se une con un fin común. Cuando todos gritan lo mismo. Cuando todos se emocionan con lo que hacen. Que yo sé que cuando veáis el vídeo igual no entendéis que me emocione. Pero me emociona. Y mucho…

 

Pero vayamos por partes… ¿Por qué Cascamorras? ¿De dónde viene todo esto? Pues veréis.

Cascamorras

Cascamorras

Con la llegada de los almohades en 1151, se destruyeron muchos templos. Tres siglos más tarde, uno de los caballeros que acompañaban a Fernando el Católico, Don Luis de Acuña Herrera, decidió levantar la Iglesia de la Merced en el lugar de uno de esos templos destruídos. En el año 1490 se iniciaron las obras. Un día, uno de los obreros, Juan Pedernal, de Guadix, mientras picaba, oyó sorprendido cómo de la tieera se  escuchaba una voz que decía «¡Ten piedad!«. Al escarvar un poquito, encontró la talla de una virgen, que recibió el nombre de Nuestra Señora de la Piedad. Juan Pedernal empezó a disputarse la posesión de la virgen, llegando a implicar a las autoridades de las dos ciudades. Dicen que cuando el Señor Pedernal pretendía dirigirse con la talla a Guadix, su burra se negaba y comenzaba a andar en dirección a Baza. De modo que se llegó a un acuerdo: la virgen se quedaría en Baza. Y cada 6 de septiembre un valiente accitano debería ir a Baza a intentar recuperarla, cosa que sólo haría si llegaba limpio a la iglesia. Y por eso todos los bastetanos lo recibieron llenos de pintura, aceite y demás. El mismo Juan Pedernal fue el primero en fracasar. En Guadix, tras volver con las manos vacías lo volvieron a llenar de pintura como castigo. Y así llevamos 525 años…

En la medianoche del 5 al 6 de septiembre, el Cascamorras es despedido desde Guadix. Le acompañan el abanderado, el tamborilero y algunos miembros de la hermandad. Ya el día 6, con el disparo del tercer cohete, a las seis en punto de la tarde, sale el Cascamorras desde las Arrodeas. Es recibido por miles de bastetanos que con pinturas negras lo manchan para evitar que se lleve la virgen.

Se detiene en la Plaza de las Eras, donde ondea su bandera ante los miles de espectadores. Aquí es donde entro yo en acción (me da susto meterme antes, ¿qué le hago?). Después es bañado en los Caños Dorados. Llega hasta la Plaza Mayor, donde es vitoreado y realiza varias juras de bandera. La última parada, ya con las energías bastante desgastadas, en la puerta de la iglesia. Al día siguiente se encargará de recorrer las calles de Baza, ya limpito.

El día 8 por la tarde-noche se produce la procesión. El día 9 regresa a Guadix, donde será nuevamente manchado como castigo por no apoderarse de la imagen.

 

Me gusta ir a Baza por Cascamorras por ese olor en sus calles, mezcla de aceite, pintura y pinchito moruno (porque lo primero que hay que hacer el día 6 por la noche al pisar la feria es ir al moro a comerse un pinchito acompañado de un quinto de Cruzcampo -que no Alhambra… algún fallo tenía que tener esta fiesta-). Me gusta Cascamorras porque es una fiesta compartida por dos pueblos diferentes. Me gusta por el granizado de limón que me bebo mientras espero a Cascamorras. Me gusta porque significa recordar a mis abuelos, y a tantos que ya no están, al lado de las nuevas incorporaciones, como mi sobrina Elena, que a sus apenas 3 años no se ha perdido ni un Cascamorras y ya entona ella solita eso de ¡Y no se la lleva! ¡Y no se la lleva! y ¡Esto si que es un Cascamorras! Me gusta porque en algunos casos supone el reencuentro con familiares que viven fuera. Me gusta porque el alcalde de Baza es muy guapo. Me gusta porque me encanta ver a Cascamorras limpito al día siguiente y hacerme una foto con él. Me gusta porque puedo encontrarme con Samaniego, Cascamorras histórico y, según dicen, uno de los mejores. Me gusta porque, aunque sea un poquito, soy bastetana. Y la primera semana de septiembre soy bastetana hasta la médula…

 

 

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Mi sobrina Elena y yo en su primer Cascamorras (año 2012)

 

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El granizado de limón en la Plaza de las Eras. Cogiendo fuerzas mientras espero a Cascamorras (año 2010)

Esperando a mi hermano y a mis primos para seguir corriendo con ellos...

Esperando a mi hermano y a mis primos para seguir corriendo con ellos…

Con mi hermano y mi primo

Con mi hermano y mi primo

Con Samaniego, el mejor Cascamorras

Con Samaniego, el mejor Cascamorras

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7 de septiembre de 2010, con Cascamorras ya limpito…

Y con ese pedazo de alcade que tiene Baza... Aing, omá...

Y con ese pedazo de alcade que tiene Baza… Aing, omá…

Mi hermano y yo reencontrándonos con nuestro primo Pablo después de muchísimos años... Cada uno con nuestro quinto en la mano... Respetando las tradiciones... :)

Mi hermano y yo reencontrándonos con nuestro primo Pablo después de muchísimos años… Cada uno con nuestro quinto en la mano… Respetando las tradiciones… 🙂

37. Septiembre

Toda mi vida ha significado cambio y comienzo. Desde los 3 años, septiembre era el mes del fin del verano y la vuelta al cole. Cambio y comienzo. Esto fue así durante mis años escolares y universitarios. Cuando empecé a trabajar, nada cambió. Al ser seño, septiembre significa, de nuevo, vuelta al cole. Reuniones, idas y venidas y demás para dejar todo preparado para comenzar a trabajar a tope en octubre. Toda mi vida, septiembre ha sido así. De hecho, he intentado muchas veces usar una agenda anual. Vamos, que empiece en enero y acabe en diciembre. Pero me resulta raro. Siempre he preferido las agendas escolares. Que son iguales, pero empiezan en septiembre. Así soy yo.

 

Cascamorras

Cascamorras

Puede que este mes me guste tanto desde que acabé la carrera y no tuve que estudiar más para lo (temidos) exámenes de septiembre.  Pero no sé… En el fondo siempre me ha gustado. Puede que el cumplir años en septiembre también tenga que ver… O las fiestas del pueblo de mi madre, Cascamorras… 

 

En septiembre siempre me propongo disfrutar, nuevos retos, hacer dieta… No siempre lo cumplo, pero todos estos cambios los planeo con ilusión… Puede que sea porque soy más de disfrutar el camino, por si no se puede disfrutar de la meta. O porque acepto los contratiempos…

 

De septiembre me gustan esos días en los que huele a tierra húmeda, aunque no haya llovido. Me gustan esos días en los que te pones una rebequita. Me gusta el color que van cogiendo los árboles, poco a poco. Me gusta que, cada año, septiembre comienza el mismo día de la semana que diciembre. O datos como que la Segunda Guerra Mundial empezó y terminó en septiembre (1939 – 1945). Y me gusta esa sensación de empezar de cero, aunque no siempre sea así…

 

 

Ba de ya, say do you remember? Ba de ya, dancing in September?… My thoughts are with you…
 
 

 

…the days grow short when you reach September…  September, November, and these few precious days, I’ll spend with you…

 

 

 

36. Adiós, oh capitán (mi capitán)

No voy a decir que era la fan número uno de Robin Williams (los que me conocéis bien sabéis que mi prefe forever es Dustin Hoffman). Pero sí diré que siempre estuvo ahí. Puede que silencioso. Puede que con su repentina e inesperada muerte me haya dado cuenta de su presencia en mi infancia. No estoy diciendo que pasara desapercibido, porque era imposible. Simplemente no me había dado cuenta de la importancia que este señor había tenido en mi infancia.

La noticia de su muerte me ha dejado hecha polvo, no os lo voy a negar. Me puede la pena de pensar que detrás de esa sonrisa, detrás de ese hombre que tantas veces nos ha hecho reír, se escondía una depresión que, por lo que parece podía haberlo conducido a acabar con todo. Un hombre que ha inspirado a otros tantos, un hombre capaz de hacernos reír con la misma facilidad con la que nos hacía llorar. Un hombre con cara de bueno y que a todo el mundo caía bien. Un hombre que tenía un Oscar pero que, como premio más importante, tenía el cariño del público y de sus compañeros de profesión. Una profesión que le había dado fama, dinero… Una familia… Aún así llevaba muchos años luchando contra su adicción a las drogas y al alcohol. ¿Qué le faltaba a Robin Williams para ser feliz? A nosotros nos había hecho felices. Sobre todo cuando éramos niños. ¿Qué le faltaba a él? Cuanto más pienso en esto, más me entristece…

Pero vayamos por partes… Hace poco volví a ver Aladdin. Mentiría si digo que el genio no es mi personaje favorito. Pues era él. Hace un poco más de tiempo volví a ver Jumanji. Ambas me encantaban de niña. Y sí, siempre deseé, en el fondo, que el juego de Jumanji existiera. Además, la película es lo que es por la interpretación de Williams. Que sí, que es muy entretenida. Pero si me quedo con algo, es con su Alan Parrish.

A raíz de la noticia, he decidido comenzar un maratón de algunas de sus pelis. He decidido que las tres primeras sean Jack, Hook y El Club de los Poetas Muertos, porque, diría que son mis favoritas. Podría dejarlo ahí pero… ¿cómo dejar a un lado El indomable Will Hunting, Patch Adams o Buenos días, Vietnam?

jackComienzo con Jack. Apenas 12 minutos de película y ya estoy con la lágrima saltada. Me ha bastado la mirada tierna e infantil de Robin Williams en la ventana. Así soy yo… La película en sí es pura ternura. Hasta JLo está magnífica. Nadie, salvo Robin Williams, podía haberla hecho. Y esto es así. Jack era una papel hecho para él. No hay más. Me paso toda la película queriendo abrazarlo. No es de ahora. Es de siempre. Pero ahora con más razón… Como le dice a Jack su profesor, el también genial Bill Cosby, yo a Robin Williams le diría eso de «you are like a shooting star among ordinary stars… It’s wonderful. It passes quickly, but while it’s here it just lights up the whole sky. It’s the most beautiful thing you’d ever want to see. So beautiful that the other stars stop and watch. You almost never see one… They’re very rare. Quite rare. But I saw one. I did… You’ll never be regular. You’re spectacular«.

Y de la historia del niño que quería crecer pero le daba pánico porque crecía cuatro veces más rápido de lo normal (por lo que no crecería mucho más alláhook de los 20 años), pasamos a la historia del niño que no quería crecer pero creció. Me refiero, claro, a Hook. Por si no lo sabéis, Peter Pan es mi cuento favorito (y por lo tanto, una de mis películas Disney favoritas). Sólo Steven Spielberg pudo tener la idea de hacer crecer a Peter Pan. Y sólo Robin Williams pudo encarnar a este Peter Pan entrado en años que debe volver a Nunca Jamás.  Es un peliculón. Y punto. Que a Peter Banning, antiguamente Peter Pan, ahora que es adulto le de miedo volar me parece simplemente una genialidad… En esta ocasión, me ha partido el alma escuchar a Robin Williams decir tanto aquello de «To die would be a grand adventure!» como lo de «To live would be an awfully big adventure!«. En cualquier caso… ¡¡Bangaran, Robin Williams!!

Quizá para hablar de El Club de los Poetas Muertos necesitaría una entrada de este blog en exclusividad. Pero bueno, ya que me he puesto… Prometo no alargar esto mucho más… Para empezar, ¿alguien de mi generación que no haya estado alguna vez enamorada de Ethan Hawke? Vale que en esta película no sale muy allá, pero luego se puso muy guapete…

poetas-muertosPosiblemente la primera vez que estuve expuesta a la idea del carpe diem fue la primera vez que vi esta película. Fue él, Robin Williams, el señor Keating, el que me dijo por primera vez -que yo recuerde- que viva el momento. Que la vida es una y cuando se acaba no hay más.

Lo siguiente que me enseñó el señor Keating fue a disfrutar de la poesía. La primera vez que vi la película yo debía ser algo entre niña y adolescente y, aunque adoraba leer, la poesía no despertaba demasiado mi interés. Gracias a esta película me fui atreviendo, poco a poco, con la poesía. En poco tiempo, las Rimas de Gustavo Adolfo Bécquer me parecieron imprescindibles. Luego vinieron Antonio Machado, Federico García Lorca, Rafael Alberti,  Pablo Neruda y Mario Benedetti, entre otros. Cuando comencé la carrera (recordemos que estudié Filología Inglesa), descubrí a los grandes poetas ingleses, como William Shakespeare o John Milton, así como a los norteamericanos, como Walt Whitman (tan representativo de esta película), Emily Dickinson e incluso Edgar Allan Poe. También es cierto que desde el colegio a la universidad he tenido profesores que han fomentado mi pasión por la lectura, no sólo de poesía. Pero tengo que admitir que de despertarme el gusanillo de la poesía fue primer culpable el señor Keating…

El señor Keating me enseñó que hay luchar por lo que uno quiere, por sus sueños. «Sólo al soñar tenemos libertad. Siempre fue así y siempre así será«. Con esta película aprendí que los sueños están para cumplirlos. Que el que la sigue la consigue y que tenemos que ser dueños de nuestras propias vidas. Aprendí además a no callarme, a expresar mi opinión, le pese a quien le pese, porque nadie tiene la verdad absoluta («Cuando lean no consideren sólo lo que piensa el autor. Consideren lo que piensan ustedes. Muchachos, deben luchar por encontrar su propia voz«).

Gracias a esta película aprendimos valores como la amistad, la lealtad y el amor por lo que uno hace, a pesar de todo.

Además, es imposible no llorar con esa escena final. Por todo esto y mucho más es una película que debería ver todo el mundo al menos una vez en su vida. Voy más allá: debería ser incluso obligatoria en los colegios. He dicho.

Si habéis visto Jumanji y entendéis inglés, esta foto no necesita explicación...

Si habéis visto Jumanji y entendéis inglés, esta foto no necesita explicación…

Para terminar, algo que escribí en mis redes sociales:

«…me costaba dormir, como de costumbre. En ese desvelo recibí la noticia de la muerte de @therobinwilliams. No me lo podía creer. Este hombre era parte de la infancia de mi generación. Nos enseñó valores en#ElClubDeLosPoetasMuertos. Nos hizo reír tanto como llorar. Pocos actores pueden presumir de eso. ¿Qué habría sido de nuestra infancia sin películas como #Jumanji, #Aladdin, #Jack, #Flubber o #Hook? Nuestra infancia ha muerto y lo sabemos. Nos hemos hecho mayores, como su Peter Pan. Nunca olvidaré su sonrisa, esa que transmitía con su boca y sobre todo con sus ojos. Te recordaremos siempre, oh capitán, mi capitán«